martes, 21 de agosto de 2007

Perfección...

Que rico sería sentir
que el tiempo pasa sentados
en un frondoso paisaje,
lleno de la belleza más pura
que sacia cualquier mirada,
que sacia cual nariz
que se atreve a respirar su aroma,
y viaja por todo tu cuerpo
donde solo el sonido de la cascada
es capaz de crear los mas bellos sentimientos..

Pero que mejor sería
no estar solo en este paisaje,

en este paraíso de la naturaleza

donde otra mano se apoya con la tuya,
donde sus labios se rozan con los tuyos,
donde su amor se conecte con el tuyo,

donde su cuerpo y el tuyo sean uno,

donde todo sea perfección

y que ni el tiempo pueda arrebatarnos...

miércoles, 8 de agosto de 2007

Dia de lluvia...

Entre un cielo gris
y un sin fin de sonidos repetitivos
caen mil gotas dentro de mi
y limpian mi ser de toda confusión

Y cada gota escribe algo en mi
o tan solo lo limpia y lo hace brillar
solo pide que te quedes ahí
para que de versos te empiecen a escribir

Una a una caen las gotas
creando una sinfonía de nunca acabar
una sinfonía que penetra en cada poro
y llenan de paz cada rincón

Pero luego cesa la lluvia
y todo vuelve a ser como antes
pero un rastro deja presente
y mi alma queda tranquila
y mi corazón listo para palpitar


Ojalá que esa lluvia que cae día a día dentro de mi
no cese por ahora
quiero inundarme de ti
porque no solo de versos me quiero llenar
sino amor para ti entregar...

viernes, 3 de agosto de 2007

Una noche en el hotel...

Como cada atardecer que se acercaba en las costas de cada ciudad, donde el mar se hace presente en uno de los momentos más románticos, estaba una pareja de jóvenes dispuestos a mezclarse con todas las emociones presentes en ese momento, donde el ruido del mar penetra en cada de sus besos, susurrándoles cuanto amor e historias recogidas en un eterno viaje de un ir y venir.


Luego de haber vivido un momento intenso, lleno de todas las muestras de cariño posibles de entregar, se dirigen a su pieza en un hotel que se encuentra en la costa, que goza una de las vistas más privilegiadas de esta paradisiaca playa en todo su esplendor. Además que dentro se respiraba un ambiente muy grato donde todo era perfecto y propicio para cualquier situación.


Estos jóvenes gozaron de una cena que estuvo completamente propicia a la noche que vivirían que no se podría borrar de sus memorias. Copas, aperitivos y comidas exótica dieron por comenzada a esta noche, con un cielo muy claro, estrellado en su esplendor, con una luna llena que les señalaba que este era el momento preciso.


El le tenía preparado una gran sorpresa a ella, por lo que le tapo los ojos luego de subir por el ascensor hasta el piso en que se encontraba la pieza. Al llegar a la puerta y abrirla, el le dijo de a lo lejos que se destapara sus ojos. Ella no lo podía creer. Era un camino de rosas que estaba circundado por una gran cantidad de velas que expelían un aroma indescriptible pero que a cualquier nariz extasiaría. El la esperaba sentado en la cama junto a un velador, en el cual había un recipiente que tenia gran cantidad de hielos y en el medio una botella de champagne envejecido y también se encontraban dos copas estilizadas de cristal. Ella se acercaba girando la mirada rápidamente investigando cada rincón mientras su paso era sigiloso hacia la cama en la que lo esperaba el. Cuando estaba ya casi por llegar a la cama, el se puso de pie, se le acercó y le dio un beso muy apasionado y la miro de reojo y vio en su cara como todavía se reflejaba la impresión del momento en el que entro. Al terminar de besarse el tomo la botella y la sacó del recipiente del que estaba. La abrió y sirvió ambas copas. Una se la dio a ella y el tomo la otra, y el le dijo mirándola a los ojos "Brindemos por esta noche tan sensual, por nosotros". Tomaron unos tragos de la copa y luego ambos las dejaron sobre el velador y se despojaron de todo lo innecesario para la situación.


Estaban los dos parados, uno frente del otro en un costado de la cama, el la acercó a su cuerpo y la miró fijamente, en la que penetro toda la pasión que sentía en aquel momento. La rodeo con el brazo por la cintura y la apretó contra su cuerpo. Así empezaron a besarse nuevamente y cayeron juntos sobre la cama. Ella lo levanto con ambos brazos y se arrastro hasta llegar a las almohadas y le hace una seña con el dedo para que se acerque. El, gateando sobre la cama, se acerca poco a poco hasta ponerse encima de ella y comenzar a ponerle sus labios sobre los de ella, pero sin besarla. Recorrió con la boca, dándole besos por casi toda la cara y se acercaba lentamente hacia la nariz. Ella le acercaba sus labios a los de el, pero el le movía la cara. El juego continuaba. Poco a poco bajó hasta el cuello donde cambio los besos por respiros... viajo en una suerte de zig zag respirando cada vez más fuerte con su nariz sobre su cuello. Ella solo cerraba los ojos y comenzaba a hacer sonidos muy silenciosos, casi imperceptibles. Poco a poco el empezó a respirar un poco más abajo bajando hacia el pecho de ella. Ella no resistió más. Le tomo la cara de una forma casi violenta y comenzó a besarlo desenfrenadamente. Luego de haber estado unos minutos besándose, ella lo empuja y se abalanza sobre el, de tal forma que ella quedo sobre el. Ella se levanto y se sentó sobre el. Ella se acercó al mentón de el, pero repentinamente bajo la cabeza y se quedó en el cuello. Le comenzó a besar el pecho y bajo hasta llegar al abdomen. El no podía contener los ojos abiertos, solo tenia la mirada hacia el techo. Ella bajaba lentamente sin dejar de besarle el cuerpo rodeando el pubis de él. Ella levanto la mirada con una sonrisa en su cara y lo miro fijamente. Estaban decididos a todo esa noche, todo era posible en esa pieza.


La ventana comenzó a abrirse lentamente. Una pequeña brisa se sentía en la pieza y el ruido del mar inundaba cada espacio de la pieza. Solo la luz de la luna que se colaba entre los visillos fue testigo de este hecho tan maravilloso, donde nada, ni nadie los podía detener... solo sus cuerpos mandaban esa noche.